Samsung no termina de salir del escándalo por las baterías del Galaxy Note 7 y ya debe encarar otro golpe: la Justicia de Corea del Sur pidió la detención de Lee Jae-yong, heredero de la empresa, por un presunto soborno.

Los fiscales consideraron que existen pruebas sobre sobre donaciones multimillonarias de Samsung, a cambio de favores, realizadas a fundaciones y empresas controladas por Choi Soon-il, apodada como “Rasputina” por la influencia que tenía sobre Park Geun-hye, destituida presidenta de Corea por el mismo escándalo.

Los investigadores tomaron la decisión tras interrogar al ejecutivo la semana pasada y de medir las consecuencias económicas sobre Corea del Sur: Samsung engloba empresas electrónicas, de construcción, maquinaria pesada y turismo, entre otras, por lo que representa cerca de la quinta parte del PIB del país asiático.

De acuerdo con la investigación, Samsung abonó unos u$s35,8 millones a una empresa con sede en Alemania y presidida por “Rasputina” y a otras dos fundaciones sin ánimo de lucro vinculadas a Choi.

La fiscalía sospecha que Samsung pagó estas cantidades para lograr que el Servicio Nacional de Pensiones, controlado por el gobierno y accionista de una empresa del grupo, aprobara la fusión de esta y otra subsidiaria del conglomerado.

Samsung dijo que la orden de detención es “difícil de entender” y recalcó que “nunca brindó apoyo a cambio de favores”.

El empresario de 48 años ocupa el cargo de vicepresidente de Samsung Electronics y tomó las riendas de todo el conglomerado el pasado octubre después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto.

La orden de detención de Lee está en manos del Tribunal del Distrito Central de Seúl, que instruye el caso sobre la relación entre las grandes empresas surcoreanas y la trama de “Rasputina”, y decidirá el próximo miércoles al respecto.

Vía: EFE

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