Microsoft dejó de dar soporte a Windows Phone 8.1, la versión del sistema operativo más extendida entre los pocos celulares que utilizan esa plataforma.

¿Qué significa esto para los usuarios? Sus teléfonos con Windows Phone seguirán funcionando, pero dejarán de recibir actualizaciones de seguridad.

Presentado hace tres años, Windows Phone 8.1 buscó insertarse en un mundo dominado por Android e iOS. Una de sus armas era el asistente virtual Cortana. Si bien es un sistema operativo robusto y Microsoft compró la división de móviles de Nokia para incentivar su negocio de celulares, el poco acompañamiento de los fabricantes, desarrolladores de apps y la competencia enterraron cualquier ambición.

De acuerdo con un informe de AdDuplex, el 80% de los móviles con Windows Phone emplean las versiones 7, 8 y 8.1. El porcentaje restante lleva Windows 10 Mobile, cuyo soporte finaliza el año próximo.

El Lumia 650 es último celular que presentó Microsoft, en febrero de 2016. Mientras, el Alcatel Idol 4S, anunciado en noviembre del año pasado, tiene una versión con Windows 10 Mobile. De ahí en adelante, ningún otro fabricante optó por esa plataforma para alguno de sus equipos.

Futuro incierto

Es una incógnita qué sucederá con Windows 10 Mobile. Una reciente actualización, Creators Update, trajo mínimas mejoras sobre la plataforma.

Resta ver si finalmente Microsoft decide avanzar con la idea de “un sistema operativo” que reúna computadoras, móviles y consolas bajo un mismo paraguas.

El único indicio sobre el futuro de Microsoft en el mundo de la movilidad lo ofreció Satya Nadella, CEO de la empresa, hace unos meses. Aseguró que la creadora de Windows “continuará en el mercado de celulares, no como está definido hoy por los líderes del segmento sino con uno que sea el más avanzado de todos”.

En otras palabras, Microsoft no quiere continuar compitiendo con equipos que poco se pueden distinguir entre sí sino que desea diseñar uno que sobresalga. Nadella puso como ejemplo el HP Elite x3, que puede ser utilizado como un teléfono o una mini computadora con Windows.

Después de Motorola con su Atrix, a principios de año avanzó en ese sentido Samsung con DeX, una base a la que conectar un Galaxy S8 para convertirlo en una computadora.