La decisión de bajar los aranceles de 35% a 0 para la importación de portátiles, computadoras de escritorio y tablets llevó a las fábricas instaladas en Tierra del Fuego a abandonar el segmento.

La baja de aranceles resuelta por el Ministerio de Producción que encabeza Francisco Cabrera, sostienen, hace imposible competir contra los fabricantes chinos.

En la actualidad, las plantas están dedicadas a fabricar los últimos equipos, que llegarán a los comercios con bajas de precios de entre 15 y 20%.

La baja de los aranceles a las importaciones recién correrá desde marzo de 2017, pero los fabricantes decidieron liquidar su stock lo antes posible debido a que las personas esperan los importados a menor precio, sostiene iProfesional.

La decisión de abandonar la fabricación en Tierra del Fuego afectará a unos 500 trabajadores, que serían reubicados en otras líneas de producción, confiaron desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte).

El mayor impacto por la quita de aranceles no se sentirá en la isla sino en Buenos Aires y Rosario. El 90% de la facturación de las empresas en Tierra del Fuego proviene de la producción de televisores, celulares y aires acondicionado. Emplean allí a 11.000 personas.

Las plantas de Buenos Aires y Rosario, en cambio, no tienen mucho margen para cambiar de actividad ya que sus líneas están orientadas, sobre todo, a la producción de computadoras, notebooks y tablets.

Sergio Airoldi, CEO de Air Computers, una de las empresas que integra portátiles en el continente, reconoció que «es necesario bajar los precios de la tecnología en Argentina».

Sin embargo, advirtió que «esta medida generará un movimiento abrupto en la economía de las empresas del sector tecnológico y, lo que es más grave, en los trabajadores, perdiéndose 4.000 puestos de trabajo directos, y otros 5.000 indirectos».

Carlos Suaya, presidente de Banghó, otra de las empresas afectadas y que cuenta con dos plantas (una en Capital y otra en el Gran Buenos Aires) fue terminante: “Con un arancel del 0% de importación nos fundimos».

«Nos parece bien que abran la economía, porque la importación ayuda a contener los precios internos. Pero cuando se pone un arancel cero con un país como China, directamente desaparecemos. Es verdad que somos caros pero tiene que con el costo privado y también con el peso de los impuestos. En estas condiciones es imposible invertir y organizarnos», sostiene.

«Es obvio que con arancel no tenemos ninguna chance. Es estúpido pensar que podés fabricar algo en el país. Nosotros éramos importadores y hace cuatro años nos pusimos a producir. Primero ensamblábamos pero con el tiempo fuimos agregando mucho valor y capacitación», agregó.

La Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca) planteó en su momento que Producción redujera los derechos de exportación del 35% al 16%, una propuesta que no fue escuchada.

Baja de precios

La promesa del Gobierno al descartar los planes alternativos que ofrecían las empresas y anunciar la quita de aranceles fue que los precios iban a bajar cerca de 50%, acercándose a los valores que tienen países como Chile.

Los empresarios locales volvieron a presentar sus dudas acerca del porcentaje que el Gobierno elaboró.

«No sabemos cómo hicieron el cálculo. Si se baja el arancel del 35% a un producto terminado, no entendemos de qué manera se achicará a la mitad el precio de venta al público», señalaron desde Afarte.

«La quita de aranceles no permitirá reducir los precios a la mitad, como sostiene el Gobierno. Como máximo, se logrará una reducción de entre el 15% y el 20%», agregó Airoldi.

El precio de la electrónica en la Argentina no solo está conformado por el valor al que salen de las plantas ubicadas en Río Grande. La logística, la financiación y los márgenes que aplica el retail son componentes de peso que también hacen al valor final.

Vía: iProfesional

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí