La decisión de Samsung de sacar del mercado el Galaxy Note 7 perseguirá a la empresa durante años, no solo en el valor de su marca sino también en las ganancias trimestrales, que estarán afectadas tanto por los ingresos que dejará de percibir como por los millones que deberá destinar para mejorar su imagen.

Samsung comenzó a reflejar esa situación y emitió un comunicado para advertir a los inversores que sus estimaciones de ingresos y beneficios para el tercer trimestre fiscal de 2016 sufrirán un impacto: cerca de u$s2.500 millones menos en ganancias.

Samsung preveía ingresos por ventas de unos u$s44.000 millones, pero la retirada del Galaxy Note 7 del mercado los dejará en cerca de u$s42.000 millones.

La previsión de beneficios operativos pasó de u$s7.000 millones a poco más de u$s4.633 millones, cerca de u$s2.300 millones que la compañía dejará de ganar a causa del escándalo por el Note 7.

Por otro lado, la compra de componentes para el Note 7, los gastos de marketing y ahora los destinados a reemplazar las unidades por otras harán que la división móviles de celulares tenga uno de sus peores trimestres. Un analista de HMC Investment Securities consultado por Bloomberg dijo que la previsión de beneficios por u$s2.400 millones de esa área pasará a poco más de u$s267 millones.

Eso no es todo. Resta ver cómo la retirada del Note 7 impactará más adelante a Samsung, sobre todo durante la vida útil del dispositivo, que suele ser de un año. Analistas consultados por la agencia de noticias Reuters ubicaron esa cifra en u$s17.000 milllones.

 

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