Oculus lideró con sus Rift la carrera por la realidad virtual. No por nada Facebook desembolsó millones para comprarla. Pero la competencia no se hizo esperar y por ello es hora de volver a tomar la delantera. ¿Cómo? Con un nuevo casco de VR más económico y que no necesite ser emparejado con un teléfono o una PC.

De acuerdo con la agencia de noticias Bloomberg, Facebook prepara un nuevo dispositivo de VR de ese tipo, que se diferenciaría de la competencia que entablan equipos como el Gear VR de Samsung y el actual Oculus Rift, que deben ser conectados a un smartphone o PC, respectivamente, para ser capaces de funcionar.

Los nuevos dispositivos de VR de Oculus llevan el nombre clave Pacific, serían construidos por Xiaomi y tendrían un precio de u$s200 cuando salgan a la venta en 2018.

A fines del año pasado, Facebook reveló la existencia del proyecto Santa Cruz, también enfocado en el desarrollo de un dispositivo VR inalámbrico. Se trata, sin embargo, de dos ideas distintas. Pacific buscará acercar la tecnología al público masivo y Santa Cruz replicar la potencia de Oculus Rift en una versión sin cables que, a primera vista, costará muchísimo más que los u$s200 de su hermano menor.

“No tenemos un nuevo producto para anunciar en este momento, pero sí podemos confirmar que estamos haciendo inversiones significativas en tecnologías vinculadas a la categoría de dispositivos VR independientes”, dijo un vocero de Oculus.

El nuevo Oculus Rift sería similar en su diseño a los Gear VR, con el cual compartirá además funciones. Incluso, vendría con un control inalámbrico.

 

Hacia el ansiado éxito

En la actualidad, de acuerdo con IDC, Samsung lidera el mercado de dispositivos de realidad virtual con un 22% de participación. Los Oculus Rift de Facebook ocupan el cuarto lugar, detrás de Sony y HTC, con apenas el 5% del mercado, equivalentes a unas 100.000 unidades vendidas.

Más allá de las capacidades, el ranking encuentra explicación en los precios. Las Gear VR de la surcoreana cuestan u$s130 y suelen ser ofrecidas junto a algún smartphone para entretenimiento casual. Las Oculus Rift están enfocadas al segmento gamer y tienen un valor de u$s400, precio al que debe sumársele la actualización de una computadora capaz de correr todo el hardware.

Los cascos de VR independientes son la salida lógica para esta industria, pero Oculus aún trabaja en ofrecer componentes lo suficientemente poderosos y accesibles como para ofrecer una experiencia de uso satisfactoria.

Cuando eso suceda, los dispositivos de ese tipo quizás sean más atractivos para los usuarios. Así, por ejemplo, serán buenos compañeros para un vuelo en avión o simplemente mirar una película, sin que consuman la batería del smartphone a pasos agigantados, tal como sucede en la actualidad.