Apple inició un nuevo capítulo en su afán por controlar su ecosistema y mantener seguros a los usuarios mientras les vende sus servicios. Las iMac Pro y MacBook Pro reparadas fuera de un servicio técnico oficial dejarán de funcionar.

Los equipos involucrados en la determinación son los que emplean el chip Apple T2, por ahora solo las nuevas iMac Pro y MacBook Pro con Touch ID.

El caso fue descubierto por Motherboard, donde mencionan documentos internos de Apple explicando el endurecimiento en la política de reparaciones.

Cómo

Desde ahora, si una persona realiza una modificación en las piezas de una Mac, un software de diagnóstico llamado Apple Service Toolkit 2 le pedirá que se identifique. Los únicos capaces de hacerlo serán las Apple Store y los proveedores autorizados por Apple.

El programa trabaja en conjunto con el chip T2 y se activa automáticamente al detectar un cambio en las partes de las Mac.

Si la persona que realizó la reparación no puede identificarse, la Mac quedará inutilizada.

Apple T2

Por qué

Desde iFixit, una web de reparación de dispositivos, explicaron que la decisión de Apple tendría dos razones: “Quieren controlar el ecosistema y hacer todas las reparaciones bajo su control» o bien temen por la seguridad de los equipos.

Lo más probable, sin embargo, es que Apple busque un mayor control sobre su ecosistema, algo que incluye potenciar su red de tiendas y las de distribuidores oficiales.

Solo en EEUU existen unas 15.000 tiendas que reparan equipos de Apple sin autorización oficial. Muchas lo hacen gracias a los componentes que encargan desde China, algo que no siempre garantiza una calidad pareja.

¿Legal?

La decisión de Apple es muy similar a la tomada con los dispositivos iOS, donde la empresa no permite modificar ciertos componentes a menos que sea en un centro autorizado. En la lista de reparaciones oficiales se anotan el Touch ID, por ejemplo.

Incluso, Apple posee una máquina exclusiva para arreglar pantallas rotas de iPhone.

El caso recuerda mucho a lo que sucede con algunos fabricantes de autos y los tractores John Deere, que agregan diversos códigos informáticos para que las reparaciones solo puedan ser realizadas en centros oficiales.

Las medidas de Apple van en contra de la legislación de varios Estados de EEUU, donde buscan garantizar el derecho de los usuarios a reparar sus equipos. Un movimiento similar ocurre en Europa.