El juicio entre Uber y Waymo, empresa de Google que desarrolla autos sin conductor, llegó a su fin antes de lo previsto. Uber, acusada de robar información confidencial, prefirió acordar el pago de u$s245 millones antes de arriesgarse a una sentencia.

El caso se conoció en 2017 y tuvo como protagonista a un ex empleado de Waymo, que descargó 14.000 archivos confidenciales antes de fundar Otto, empresa que fabrica camiones autónomos y que más tarde fuera comprada por Uber.

Uber reconoció que hubo un manejo desprolijo en la compra de Otto. El CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, dejó en claro que desea poner fin al escándalo: “A nuestros amigos en Alphabet: somos socios y ustedes uno de los inversores importantes en Uber. Compartimos una profunda creencia en la capacidad de la tecnología para mejorar la vida de las personas. Por supuesto, también somos competidores. Y aunque no estaremos de acuerdo en todo, estamos de acuerdo en que la adquisición de Otto podría y debería haberse gestionado de una forma distinta”.

Auto sin conductor Uber

El caso

Anthony Levandowski era empleado de Waymo. Decidido a abandonar la compañía, en enero de 2016 descargó 14.000 archivos confidenciales (9,7 GB), incluyendo planos, documentos y diseños del sensor LiDAR (Light Detection and Ranging), el que permite a los coches de Waymo conocer el ambiente por el que se manejan.

Pocos meses después, ya fuera de Waymo, Levandowski fundó Otto, una empresa que más tarde fue comprada por Uber tras pagar u$s680 millones. Los vehículos de esta firma se hicieron conocidos al completar una entrega de cerveza en un camión sin conductor.

¿Es casualidad que los sistemas sean similares o que Levandowski haya borrado el disco rígido de su computadora antes de abandonar Waymo? En Google no lo creían y por ello iniciaron la demanda.

“Mientras que Waymo desarrolló sus sistemas propios LiDAR durante muchos años, los acusados sacaron provecho de información robada para acortar el proceso y supuestamente construir unos sistemas LiDAR comparables en tan solo nueve meses”, detallaba la demanda presentada en un tribunal de San Francisco.

Levandowski se convirtió en el máximo responsable del proyecto de autos autónomos de Uber, pero la demanda y las posteriores presiones hicieron que fuera despedido.

Waymo exigía u$s1.860 millones a Uber y la prohibición de utilizar las tecnologías robadas.

Se desconoce qué ocurrió con ese punto, pero es muy probable que Uber pueda continuar utilizando la tecnología vinculada en la demanda.