Lee Yae Yong, heredero y vicepresidente de Samsung, fue liberado tras un año en prisión luego de que un fallo de un tribunal de apelaciones de Corea del Sur suspendiera su pena.

El Alto Tribunal de Seúl sentenció a Lee a dos años y medio de prisión, reduciendo su condena original a la mitad. Al mismo tiempo, suspendió la sentencia por soborno y malversación de fondos, lo que significa que no tiene que cumplir su condena.

Lee estaba detenido desde febrero de 2017 por el escándalo Rasputina, un caso que terminó con la renuncia de la presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye.

La Justicia investigaba los vínculos de la política con las “chaebols”, grandes grupos corporativos de propiedad familiar, como es el caso de Samsung.

Park, que niega los cargos, está siendo juzgada acusada de soborno, abuso de poder y coacción.

Obediencia pasiva

En agosto de 2017, un tribunal condenó a Lee por sobornar a Park para que ayudase a fortalecer la posición de Samsung Electronics, la joya de la corona del conglomerado más grande del país y una de las compañías tecnológicas más grandes del mundo.

El tribunal dijo que el apoyo financiero de Samsung a entidades dirigidas por un amigo de Park, Choi Soon-sil, constituía soborno, incluidos los poco más de u$s6 millones destinados a promocionar la carrera ecuestre de la hija de Choi.

El juez principal Cheong Hyung-sik dijo ahora que implicación de Lee en el apoyo monetario de Samsung a Choi es una “obediencia pasiva al poder político”.