Microsoft continúa con una reorganización para enfocarse en el negocio de servicios en la nube, lo que se traduce en unas 3.000 personas que perderán su trabajo.

La mayor parte de los despidos ocurrirán en los equipos de ventas y marketing y representan alrededor del 10% de la fuerza total de esa área. Cerca del 75% de los despedidos trabajan fuera de los EEUU.

Hasta el 31 de marzo, la compañía empleaba cerca de 71.000 personas en los EEUU y unas 120.000 en todo el mundo, con los equipos de ventas y marketing representando cerca del 19% del total.

Desde su nombramiento como presidente ejecutivo en 2014, Satya Nadella busca enfocar a Microsoft en el área de servicios en la nube para contrarrestar un prolongado declive en el mercado de las PC, que dañan los ingresos por Windows y Office.

La reorganización conlleva miles de despidos, incluido el mayor recorte en la historia de la empresa: 18.000 en 2014. De ese total, 12.500 pertenecían a Nokia, la firma que Microsoft compró para insertarse, sin éxito, en el mundo de los móviles.