Ernesto Calvo, profesor de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA e investigador del Conicet, se quedó con el primer premio del concurso Bright Minds Challenge gracias a su sistema para extraer litio de salares de altura de manera eficiente, limpia y sostenible.

El litio, base para el desarrollo de todo tipo de baterías (por ejemplo, de celulares), es un recurso abundante en el norte de la Argentina y en algún momento fue apodado como “oro blanco”. Pero las regalías que se quedan las provincias son bajísimas ya que el material aún debe ser procesado, algo que se hace fuera del territorio.

“Nuestro proyecto es una solución que no existe en el mundo (…) si logramos que funcione a escala industrial, va a ser fantástico”, aseguró Calvo, que además es director del Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE).

Calvo encabeza un equipo que desde hace cinco años trabaja en el desarrollo de un método limpio, económico, selectivo y respetuoso con el medio ambiente que utiliza energía solar para obtener litio a partir de la salmuera natural de salares de altura.

Esta iniciativa dio como fruto un método electroquímico en la forma de un pequeño reactor que ya fue exitosamente probado en el laboratorio y patentado.

La licencia exclusiva por esa patente, por gestión del Conicet, quedó en manos de la empresa Y-TEC, que hoy tiene sus intereses únicamente en Vaca Muerta.

“Tienen un contrato por el cual están obligados a hacer una planta piloto en Jujuy, pero no van a invertir los u$s800.000 necesarios para eso. Estamos pidiendo que se cancele el contrato entre Conicet e Y-TEC. Nosotros sí vamos a conseguir el dinero para hacerla. No podemos competir con Vaca Muerta ni con las Lebac. Por eso, probablemente, el capital de riesgo no lo podamos conseguir en la Argentina pero creemos que alguien en el exterior va estar interesado. Esta competencia nos da visibilidad y nos acerca a los inversores. Ellos están ávidos de nuevas tecnologías y, evidentemente, la nuestra les interesa porque si no no estaríamos en la final”, dijo Calvo a NeX antes de conocerse el resultado del concurso.

Concurso y premio

Bright Minds Challenge es un concurso global lanzado por empresas e instituciones de la talla de DSM, Accenture, Greentown Labs, el Skoll Centre for Social Entrepreneurship y la Universidad de Oxford, con el objetivo de impulsar una transición hacia energías 100% renovables que derive en una economía baja en carbono.

El científico se llevará el equivalente a u$s100.000. Se trata de asesoramiento por el equivalente a ese monto. “Pedimos asesoramiento en mercados, queremos saber quiénes son los principales jugadores en el mercado del litio, quiénes son los potenciales clientes si desarrollamos la tecnología, cuáles son los valores que se manejan”, detalló.

Uno de los objetivos de Calvo es obtener los recursos necesarios para afrontar el próximo paso que tiene planificado para el proyecto: la instalación de una planta piloto móvil autónoma con suministro de electricidad por paneles solares en la provincia de Jujuy como primera instancia en el camino hacia el escalado industrial para la extracción de litio con este método.

“Mi sueño es que, en 5 o 10 años, el que quiera saber de litio tenga que ir a Jujuy porque ahí es donde van a estar las investigaciones más importantes del mundo”, proyectó Calvo.

En ese sentido ya se ha creado el Centro de Investigación y Desarrollo de Materiales Avanzados y Almacenamiento de Energía de Jujuy, dirigido por Victoria Flexer, quien fuera una de sus becarias.

“Con la planta piloto y el Centro funcionando, hay empresas multinacionales que pueden, tranquilamente, poner cien mil dólares por año. Ahí vamos a tener la posibilidad de dar vida a un centro internacional”, se ilusiona.

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Potencial del litio

Toda esta movida a nivel global surge a partir de proyecciones especializadas que indican que la demanda y el precio del litio se multiplicarán en los próximos años debido a que este elemento químico ocupará un lugar central en la provisión de energía limpia para reemplazar a la producida por hidrocarburos.

El litio es un metal, blanco y liviano, que tiene un alto potencial electropositivo, lo que le permite generar una enorme densidad de energía y potencia por unidad de masa. Estas propiedades lo convierten en un componente clave en la producción de baterías para toda la electrónica portátil (telefonía celular, cámaras fotográficas, tablets, notebooks). Además, cada vez es más demandado por las empresas automotrices interesadas en fabricar vehículos eléctricos.

“América del Sur tiene el 65% de las reservas mundiales de litio y el 80% de las salmueras que contienen litio en salinas de altura que, además, son de fácil acceso”, explicó Calvo.

“El litio se puede extraer de dos fuentes: una son los minerales como el espodumeno. Se trata de minería tradicional. Pero es un proceso caro y sucio porque quedan residuos derivados del tratamiento con ácido necesario para obtener el litio, como se usa cianuro para extraer el oro. La otra fuente son los salares de altura: Uyuni, en Bolivia; Atacama, en Chile, y toda la Puna, en Argentina”, agregó el científico y remató: “Esos salares tienen hasta un gramo de litio por litro de salmuera. Se obtiene, simplemente, evaporando la salmuera en piletones enormes”.

En Atacama, el espacio que ocupan esas piletas es equivalente a 3.000 estadios de River. Las piletas tienen 30 centímetros de profundidad y el fondo está cubierto con un film de polipropileno para impermeabilizarlas.

“Allí ponen la salmuera y dejan que se evapore durante varios meses. Luego se le agrega carbonato de calcio (soda solvay) y entonces precipita el carbonato de litio que requiere purificación. Ahora, como resultado del proceso, te quedan barros que contaminan. Además, perdiste mucha agua en un desierto, alrededor de 5 millones de litros de agua por cada tonelada de litio. Si la producción de litio se multiplica, este proceso no va ser sostenible”, mencionó Calvo.

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Riqueza

Si bien la Argentina es el tercer productor mundial de litio, las regalías que se llevan las provincias son “al valor de la salmuera”, insignificante comparado con el costo que finalmente tiene el producto procesado.

“Esa salmuera se va por la costa chilena hacia otros mercados para ser purificada, o sea que el valor agregado y el trabajo de calidad se crea en otro lado. Si acá te pagan u$s10 el kilo de carbonato de litio, eso pasa a valer cientos de dólares una vez purificado para hacerlo grado batería. Pero eso no se hace en nuestro país. Nosotros tenemos miles de millones de dólares en litio en los salares y también tenemos la capacidad tecnológica y un sistema científico articulado”, remarcó Calvo.

“Como argentino, como investigador, me planteo qué puedo hacer. Bueno, puedo desarrollar tecnología y puedo formar gente, apuntando al largo plazo. ¿Dónde tengo que formar gente? En Jujuy, en Salta, en Catamarca, que es donde está el litio”, abundó.

Al detallar cómo surgió el proyecto y en qué consiste, Calvo dijo: “Viajamos a Jujuy y vimos cómo se extraía el litio. Nos dimos cuenta de que se perdía mucha agua, se agregaban sustancias químicas y se generaban residuos que contaminan. Y pensamos: ¿no será posible utilizar la misma tecnología que usa la batería de mi celular para sacar el litio? Es decir, hacer un reactor electroquímico para sacar el litio. Nosotros probamos en el laboratorio que el método funciona. En ese momento se hizo la patente internacional. Pero, para sacar miles de toneladas por año, hace falta hacer mucha ingeniería para escalar esta tecnología y habrá que ver si funciona”.

Planta sostenible

El método que planteó Calvo es más rápido ya que el litio puede ser extraído en horas y no en meses, como ocurre en la actualidad. Además, es posible obtener litio no contaminado con magnesio o sodio; gasta muy poca energía porque, como es una batería, la mitad del proceso me da energía y, por último, no contamina.

“Todo parece muy lindo pero llevarlo a producir toneladas no es algo trivial, hay que hacer mucha ingeniería. ¿Qué implica la ingeniería? Diseñar estos reactores, simularlos con métodos numéricos y probarlos experimentalmente hasta llegar a una planta piloto que obtenga entre 40 y 100 kilos de litio por día. Ese es el final del camino para nosotros”, agregó.

La recuperación del litio consume energía y es allí donde el Sol hace su aparicón. “La energía solar en la Puna es premium. De lo mejor que hay en el mundo, junto con el Sahara y Arizona. Entonces, tenemos todo: el litio y el sol. Ahora, lo que falta hacer es el escalado”, dijo Calvo.

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