Ganar y perder, todo con un mismo fallo. El Tribunal Superior de Nueva Zelanda ratificó el fallo a favor de extraditar al empresario Kim Dotcom a los EEUU, pero no por infringir derechos de autor a través del desaparecido Megaupload sino por fraude.

El fundador del portal Megaupload y sus ex socios Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk, son requeridos por las autoridades de los EEUU por 13 delitos, incluidos los de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.

Según el juez Murray Gilbert, la extradición se puede realizar por tratarse en esencia de un caso de fraude, pero no puede justificarse por cargos de violación de derechos de autor.

De esa manera, Gilbert aceptó el recurso de Dotcom acerca de que Nueva Zelanda no consideraba delito la comunicación al público a través de la red de obras protegidas por derechos de autor, lo que impediría activar el tratado de extradición.

El abogado de Dotcom, Ron Mansfeld, destacó que el fallo demuestra que su cliente no cometió ningún delito bajo las leyes neozelandesas de derechos de autor y se mostró confiado en poder revocar la extradición en la Corte de Apelación.

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Dotcom dio la bienvenida al fallo y ratificó que apelará, por lo que el caso seguirá siendo tratando en Nueva Zelanda. “Fallo: no voy a ser extraditado por derechos de autor. Ganamos en esto. Me van a extraditar por una ley que ni siquiera existe”, dijo Dotcom a través de su cuenta de Twitter.

Más adelante, sentenció: “Por si no te enteraste. El fallo en mi caso aclaró que infringir el copyright online no es un crimen en Nueva Zelanda”.

Largo caso

Dotcom y sus ex socios fueron detenidos en 2012 tras un cinematográfico operativo en Auckland. Las acciones incluyeron el cierre de Megaupload, un servicio para almacenar y compartir archivos, la incautación de bienes y el proceso de extradición, aún en marcha.

Los EEUU creen que Dotcom pagaba a los usuarios por almacenar sus archivos a cambio de que estos los compartieran. De ahí la causa iniciada por fraude.

Con esa estrategia y las cuentas premium de usuarios que alojaban diversos archivos, Megaupload le habría hecho perder u$s500 millones a la industria del cine y la música.

Hasta ahora, de los siete miembros de Megaupload imputados en los EEUU, solo fue condenado el programador Andrus Nomm: admitió que violó derechos de autor y pasó cinco años preso.

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