El Grupo Pelco exportó a Bélgica 50 toneladas de plaquetas electrónicas viejas por u$s230.000, ingresando así en un negocio con un potencial de ingresos cercanos a los u$s20.000 millones.

De alcanzar esa cifra, la exportación de residuos electrónicos sería más del doble de lo ingresado por la venta de soja en los últimos años. Y más: si finalmente hubiera una política sobre el tratamiento de ese tipo de basura, la Argentina podría sustituir parte de las importaciones de cobre, cadmio, níquel y arsénico, así como reutilizar plásticos y oro.

La Argentina no cuenta con plantas dedicadas a la llamada minería urbana, es decir, la extracción de componentes reutilizables de aparatos electrónicos desechados.

Jorge Amar, director del Centro Basura Cero, dedicado a reciclar basura electrónica y revender partes, explicó a la agencia de noticias Télam la importancia de avanzar en leyes sobre la materia. “Es necesario retomar el tratamiento de la ley que establece la recuperación y reutilización de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que había perdido estado parlamentario en 2012, pero que ahora lo recuperó y podría ser aprobada», indicó.

La directora del Grupo Pelco, Claudia Kalinec, destacó a Télam que «los electrónicos son los más valiosos de todos los residuos, porque 72% es reciclable, y 25% reusable«.

De acuerdo a la ONU, la Argentina produce 300.000 toneladas de basura electrónica al año y se ubica tercera en el ránking latinoamericano de mayores generadores de residuos de este tipo, detrás de México, con 958.000 toneladas, y Brasil, con 1,4 millones de toneladas.

La cifra es similar a la divulgada por GSMA en un informe conocido en diciembre pasado. Allí se precisó que cada argentino produce 6,9 kilos de basura electrónica al año, por encima de los 5,6 de 2009. En 2018, la cifra trepará a 7,8 kilos, destacó el informe. El promedio global de cada ciudadano en el mundo fue de 5,6 kilos en 2014.

En términos per cápita, Chile y Uruguay son los países que más basura electrónica producen por persona, con 9,9 y 9,5 kilos, respectivamente, mientras que el promedio en América Latina es de 6,6 kilos, de los cuales, según el estudio, 29 gramos correspondió a teléfonos móviles.

E Waste

Exportar, sustituir, concientizar

Al momento de explicar por qué Grupo Pelco decidió comenzar a exportar ese tipo de residuos, Kalinec precisó que “vimos un crecimiento de este tipo de residuos, averiguamos cómo era el procedimiento para hacer una correcta disposición y encaramos el proceso para exportarlos».

Reconoció sin embargo que “lo ideal sería desarmar las plaquetas para recuperar los metales, pero esa es una tecnología inexistente en el país y de ahí la decisión de hacerlo con un operador externo”.

En la planta de Basura Cero ubicada en Villa Lugano se tratan por mes 400 toneladas de residuos electrónicos, llegando a un aprovechamiento del 92% de los materiales.

Kalinec subrayó la necesidad de concientizar a la población sobre la necesidad de separar los residuos electrónicos ya que son muy peligrosos para el medio ambiente.

Pidió crear un circuito para la devolución de computadoras, celulares, heladeras, lavarropas y televisores, lo cual generaría mayor volumen de residuos y de ahí las inversiones necesarias para recuperar materiales en la Argentina, sin necesidad de exportar la basura electrónica.

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